Nuevo año: nueva persona?

Confieso que en no pocas ocasiones he deseado tener un espejo especial, de esos que nos permitieran mirarnos por dentro y que al mismo tiempo nos diera la receta para la conversión.

Modestamente, no me considero del bando de "los malos", eso lo se conscientemente y lo puedo sentir, con mucho orgullo, en todo el afecto que recibo de mis amigos, pero la llegada de un nuevo año me ha puesto un poco más...sensible tal vez. A ustedes no???

El caso es que con los primeros días del 2010, aparece también el momento de la inquisición personal, como diría mi mamá, para mirar hacia nuevos retos, replantearnos las expectativas, analizar las cosas que dejamos de hacer los últimos 12 meses y reacomodarlas de acuerdo a nuestros intereses.

Conversaba con una vecina hace unas horas y me preguntaba sobre mis planes, le respondí que eran tantos que no sabía por donde empezar y entonces ella, con esa sabiduría que sólo dan los años me dijo: "pero recuerda que el perro tiene cuatro patas y coge por un solo camino...así que tienes que ser capaz de establecer tus propias prioridades, nunca más altas de lo puedas alcanzar, pero tampoco tan bajas que no te permitan esforzarte cada día y obligarte a mejorarte como persona cada minuto..."

Regresé a casa pensativa y me senté a escribir.

Confieso que mi principal deseo es que todos los míos: hijo, tías, primos...amigos, vecinos y también los que no me quieren bien, gocen de una excelente salud en este año en que arrastramos todavía al VIH SIDA y como si fuera poco, una nueva pandemia; la influenza A(H1N1)...pero también les deseo a todos, incluyéndot e a ti que me estás leyendo ahora, un próspero año lleno de mucha paz y amor.

Y es cierto aquello de que ante la llegada de un nuevo año el momento para la reflexión aparece, aún sin buscarlo, por eso ahora mismo puedo decir que entre las cosas que se me quedaron pendientes del anterior está el no haberme esforzado lo sufciente para convertirme en una mucho mejor persona; en ocasiones flaquié ante una desición, en otras me dejé arrastrar por un torrente de sentimentalismos excesivos o callé lo que no debí ocultar para no lastimar, pero es que la verdad y la honestidad son valores de primer oreden y a veces uno cree que si calla le evita un dolor a alguien sin medir que el hecho puede revertirse y hacer entonces una herida inmensa y ganar además el reproche de la otra persona y puede que hasta el rencor...

Pero el mérito está en saber enfrentar las situaciones con valentía y sobre todo con honestidad, esa es una arma infalible.

Entonces, en medio de las cervezas de la celebración, las llamadas y correos de los amigos, las visitas y la alegría sentimental por haber logrado llegar a un nuevo año, lo cual implica que también estoy más vieja :(... sólo voy a reiterar mis mejores deseos para todos ustedes en el 2010, segura de que siempre podemos ser un poquito mejores.