Honduras: en pie de lucha por la democracia

El pueblo de la República de Honduras continúa en pie de lucha por el regreso a la constitucionalidad en ese país y la restitución en el poder del legítimo presidente de esa nación centroamericana, José Manuel Zelaya Rosales, quien se encuentra en la embajada de Brasil en Tegucigalpa.

Sin embargo, el gobierno golpista de Roberto Micheletti extiende con la represión, y utilizando gases lacrimógenos, y otras acciones de fuerza y tortura, para desalojar a los miles de manifestantes que exigen el regreso a la democracia de esa nación, víctima de un golpe de estado en pleno siglo XXI.

Numerosas organizaciones internacionales continúan respaldando el regreso pacífico de Zelaya, entre ellas el Grupo de Río, que exigió el respeto de la integridad física del mandatario y su familia.

Según reportan varias agencias de noticias, en un comunicado distribuido por la misión de México ante Naciones Unidas, ese mecanismo de consulta y coordinación política repudió los actos de violencia e intimidación contra la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde se encuentra el legítimo presidente de Honduras, José Manuel Zelaya.

Zelaya retornó el pasado lunes a su país, de donde fue expulsado tras un golpe de Estado el pasado 28 de junio y está alojado en la representación diplomática brasileña, exigiendo se respeten las libertades constitucionales y haciendo llamados a la lucha pacífica, y que los golpistas entreguen el poder que no ganaron en las urnas.

También se conoció, por parte de Zelaya, que tiene conocimientos acerca de un plan de captura y asesinato contra su persona, y advirtió a la comunidad internacional de esa grave situación, ya que están involucrados hasta los forenses que certificarían un suicidio del mandatario.

La realidad es que el gobierno golpista pretende mantenerse a toda costa en el poder, en contra del pueblo hondureño, en contra de la democracia, y de las organizaciones internacionales que reclaman por el dialogo y la reconciliación nacional, apegados a la constitucionalidad.

No obstante, los hondureños no bajan las armas ni la dignidad y siguen en pie de lucha por la democracia, esta vez desde las cercanías de la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde se encuentra el presidente, José Manuel Zelaya, elegido en las urnas, y que fue víctima de un brutal golpe de Estado.