Considero fue un agala excelente que disfruté mucho; la presencia de los aborígenes que poblaron la región y su encuentro con el Gran Almirante Cristóbal Colón, dieron inicio al recorrido histórico-cultural dirigido por Francisco González, vicepresidente de Artes Escénicas de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.
Como símbolo de la evangelización a que fueron sometidos los nativos cubanos, en la escenografía diseñada por Yoel Rey Barroso resaltó la imagen de la Cruz de la Parra, la única que existe de las 29 hincadas por Colón durante su primer viaje a América.
La reliquia es conservada en la Casa Parroquial, debido a los trabajos de restauración de la Iglesia Mayor de la localidad.
Los integrantes del reconocido grupo folclórico Bararrumba y otros artistas de la localidad, ofrecieron un espectáculo lleno de cubanía y de enraizada identidad baracoense.
Por el escenario desfilaron la guayabera, el nengón y el kiribá, los ritmos autóctonos, además del baile típico del Aeroplano, en fusión con guaguancó, columbia y chancletas, para terminar al contagioso paso de la conga.
Al escenario de la plaza Cacique Hatuey subieron artistas baracoenses para entonar canciones alegóricas a la Ciudad Primada.
Llegada la medianoche, fuegos artificiales enfrentaron la pertinaz lluvia, mientras se entonó La Baracoesa, que el extraordinario trovador santiaguero Sindo Garay dedicó a Estelvina Pineda.
A mi, en lo particular me emocionó muchísimo la presencia de Orlis Pineda con su canción “Baracoa, oh mi mama”, la misma que les dejo para que la disfruten, como yo, tal y como se disfruta el olor a café y chocolate que abunda en la Primada de Cuba. (ver video)
La magia de la Primada de Cuba radica en la belleza natural de su entorno, pero sobre todo en esa familiaridad que encuentras en sus calles donde te parece que estás sencillamente en casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario